Una gota me lo recordó: nunca te vencen si eres sólida, fría e irrompible; nunca desapareces si en ocasiones no tienes forma, fluyes hacia donde la vida va y te permites ser traslúcida; Sigue leyendo
relato corto

Dispositivo desconectado
Miró sombríamente su pequeño botón AC. Nunca lo había activado y, sinceramente, jamás se había preguntado cómo sería sentir aquella conexión. Sigue leyendo

Adiós
Sonó el teléfono. Empezó a vibrarle en el bolsillo de forma continuada. Una. Dos. Tres veces. Aquello solo podía significar una cosa. Sintió sobre sus hombros el peso de la tragedia, y por un momento deseó evaporarse en el espacio. El corazón se le aceleró. Las piernas empezaron a temblarle. “¿Si?” Sigue leyendo

En yates de primera clase
Ni siquiera llovía. Pero ella sentía el peso de un océano embravecido sobre sus hombros. No podía articular una sola palabra sin que aquella masa de dudas y temores le entrara por la boca y se le arremolinara en la garganta. Sigue leyendo

Diario de una despedida
La vistieron con sus mejores galas antes de partir. Cubrieron de color su rostro. Un color cálido, apacible, tranquilo. El color de la vida. Sigue leyendo

La verdad de un oficio
Hace ya algunos años que no descanso. Pero bueno, una se acostumbra y, al fin y al cabo, tampoco es que sea lo peor de este trabajo. Suelo divagar de aquí para allá: conozco países, culturas diferentes, personas nuevas… pero intento no encariñarme demasiado. Al fin y al cabo siempre termino haciéndome daño, y cuando aprendí el secreto de este oficio me di cuenta de que eso es algo que no puedo permitirme. Sigue leyendo

Adiós
Andrea López Zanón.- Todo estaba oscuro cuando escuchó la voz de aquella mujer, una voz femenina y atractiva que acariciaba sus tímpanos y la despertaba de ese sueño extraño en el que se había adentrado. No entendía muy bien qué ocurría. Su mente se encontraba en un estado de quietud y tranquilidad que todavía la llevaba a sentir con más intensidad la presencia de aquella voz casi palpable. Volvió a escucharla por segunda vez, aunque continuaba sin entender las palabras que pronunciaba. Para Eva, en ese momento, solo existía aquel hilo casi musical que la absorbía y conseguía trasladarla a un mundo en el que nada importaba, en el que solo estaban ella y aquella mujer misteriosa que todavía no se había dejado ver. Sigue leyendo

Solo por ellos
Andrea López Zanón.- La ciudad dormía plácidamente mientras el ligero aire nocturno de agosto agitaba las hojas de los árboles. Lejos quedaban los coches, la gente, el tráfico, el murmullo del estrés y la mirada perdida del mundo. A pesar de todo, Eva continuaba sentada bajo la ventana. Los días habían pasado lentos después de aquel trágico verano, después de las lágrimas, las heridas, la torpeza de los sentimientos y la vulnerabilidad de su cuerpo. Sigue leyendo

¿A dónde?
Andrea López Zanón.- Olía a café. El dulce aroma a buenos días penetraba por todos mis sentidos y me invitaba a levantarme de la cama. Entraba una luz enigmática por las ventanas y las cortinas parecían apartarse para dejar que acariciara cada recoveco de la habitación. Parecía ser una mañana perfecta. Sigue leyendo

La fuerza de la voz
Andrea López Zanón.- Coge el coche, si ya… ¿Qué más da?
Está lloviendo. No te gusta nada que llueva. Pero no podrás hacer nada para cambiarlo.
Acelera. ¿O quieres estancarte también en el asfalto?
Es un pueblo precioso, ¿verdad? Que verdes están los árboles en la calle. Cómo brillan a pesar de la ausencia del sol… emiten una energía especial, de esa que hace que te dé gusto mirarlos, que incluso parezca que te transportan al secreto de la vida, a la esencia de la misma, a la magia… todo aquello que tú has perdido solo por ser tú.
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