Santiago F. Elena
Investigador en el Instituto de Biología Molecular y Celular de Plantas del centro de la UPV y el CSIC
Ni apuntes, ni carpetas, ni dispositivos tecnológicos a los que acudir para hacer alguna consulta. Con las manos vacías se presenta Santiago F. Elena su cita con los alumnos de Periodismo de la Universidad de Valencia. Sabe que todos los conocimientos que necesita para realizar su clase magistral sobre los virus y la diversidad genética de los microorganismos están dentro de su cabeza. El doctorado en Ciencias Biológicas en la misma Universidad a la que ahora acude como un destacado experto en virología evolutiva sabe captar la atención de los alumnos y explicar de manera accesible los conocimientos sobre el tema que le ocupa.

Un virus es una molécula que necesita de una célula para replicarse y expandirse por el organismo ::Andrea L.Z
Santiago F. Elena es profesor de investigación del Instituto de Biología Molecular y Celular de Plantas del centro de la UPV y el CSIC y está al mando de un grupo de investigación de sistemas y virología evolutiva. Licenciado desde el año 1995 y con una amplia experiencia Elena no se muestra tan seguro como cabría esperar: está nervioso delante del auditorio de más de cincuenta personas preparadas para escuchar una charla divulgativa sobre un tema tan complejo como la biología molecular.
Se recoloca la camisa a cuadros de diferentes tonos de azul y carraspea en un par de ocasiones mientras el profesor y también biólogo Martí Domínguez lo presenta a los estudiantes. Santiago F. Elena se limita a mirar al suelo acariciándose con la punta de los dedos la barba, como organizándose las ideas, en un intento por establecer el esquema sobre el cual se estructurará su discurso. Lejos de mostrarse distante, lejano y frío tras una bata blanca de laboratorio el invitado no desentona con el aire despreocupado y casual de los jóvenes que llenan el aula. Después de un breve saludo, Santiago F. Elena procede con la introducción de su discurso. “Antes de que empecemos con las preguntas me gustaría explicaros un poco de qué va esto de los virus”. Armado con la tiza se enfrenta a su campo de batalla y escribe sobre el verde de la pizarra: ‘Virus’.
Para explicar qué es un virus, el biólogo comienza diferenciando entre éste y una bacteria. La bacteria es una célula en la que se producen las reacciones químicas necesarias para poder replicarse a sí misma y de ese modo ser autónoma. El virus, sin embargo, es una molécula que necesita del metabolismo de las células para poder reproducirse. “Un virus es un parásito: por él mismo no es nada, no es autosuficiente, necesita la ayuda de una célula”, explica Santiago F. Elena. Además, añade que no todos los virus son dañinos, ya que si entran en la célula pero no alteran su metabolismo no existe enfermedad.
La estrategia de los virus es servirse de las células para poder replicarse, copiarse y expandirse por el organismo. Para garantizar este propósito, una vez creadas las nuevas moléculas se protegen de una cubierta de proteínas que aseguran su supervivencia. “Esto es lo que conocemos como ‘virión’, una molécula de virus protegida por una estructura de proteínas”, aclara Santiago F. Elena.
El problema de los virus es que se extienden de manera muy rápida y no se pueden anular de forma segura. Pero cuando se trata de moléculas cuya estructura ya es conocida por el organismo el cuerpo se hace inmune. No obstante cuando son mutaciones de los mismos “no se sabe qué hacer con ellos porque están muy evolucionados y el sistema inmunológico no puede vencerlos”, explica el biólogo. Además los antibióticos no siempre son efectivos, pues en pocas ocasiones sirven para controlar el virus y cuando éstos mutan también aprenden a protegerse contra cualquier tipo de antiviral.
Después de la introducción acerca de los virus y su forma de reproducirse comienza el turno de preguntas. Santiago F. Elena baja del podio en el que ha conseguido que los alumnos, en su mayoría procedentes de una formación académica de humanidades y letras, comprendan a la perfección este tema para responder de una forma más informal a cualquier tipo de cuestiones. No se sorprende al comprobar que casi todas ellas van dirigidas hacia el brote de ébola que se ha cobrado la vida de cerca de 7.000 personas y se sigue propagando por África Occidental.
El virus del ébola se identificó hace cuarenta años pero es ahora cuando el brote alcanza magnitudes mundiales. “La principal causa por la que el ébola nos preocupa tanto es porque por primera vez se dio en una ciudad grande con aeropuerto”, explica Santiago F. Elena. “Los brotes en el pasado se daban en regiones muy limitadas, y ahora con el aumento de la movilidad se fomenta la expansión de la epidemia”, añade.
En una de las últimas filas uno de los alumnos pregunta sobre la vacuna contra esta epidemia. El biólogo se pasea con tranquilidad por el auditorio y sube las escaleras para acercarse e él. “Al tratarse de un caso de urgencia las cosas se hacen más rápido. Hablan de que podría estar para mediados de 2015, aunque a mí me parece que eso es demasiado pronto”, contesta Santiago F. Elena. El biólogo e investigador del CIS explica que no hay forma de saber cuánto de avanzada está la vacuna contra el ébola porque las empresas farmacéuticas “se callan sus progresos para que nadie les robe su trabajo: cuestión del ‘bussines’ y de mercado. Así que es probable que algún día vengan con la vacuna entre las manos”.
La entrevista termina centrándose en el tema español y la denominada por los medios de comunicación ‘crisis del ébola’. Ante este tema Santiago F. Elena se muestra tajante: “Es más acertado preocuparse por la legionela, pero el ébola es mucho más sangriento y desde los medios se fomenta esta visión”. Opina que en muchas ocasiones tanto en la televisión, como en la prensa y en la radio “hay tertulianos [que asisten a debates sobre este tema] que no tienen ni idea de lo que están hablando y se crea una alarma social exagerada”.
El biólogo también se posiciona respecto a la forma en la que el Gobierno de España ha gestionado la epidemia del ébola: “El virus no vino a España porque sí. Lo trajimos nosotros”. Opina que el país no cuenta con las instalaciones necesarias para tratar aquí a afectados por el virus, ya que no hay inversión económica para construirlas ni mantenerlas. “No deberían de haber traído al misionero infectado porque el Estado debería prever por el bienestar de la mayoría de la sociedad, y ha sido una decisión temeraria, innecesaria e injustificable”, sentencia Santiago F. Elena. Además explica que si Teresa Romero, la auxiliar de enfermería infectada por el ébola, hubiera contagiado a alguien el problema habría alcanzado importantes magnitudes.
Sobre el futuro de la posible expansión por Europa de esta epidemia el biólogo explica que “es casi seguro que se den más casos aquí”, y opina que “el sistema sanitario europeo tendrá que estar más concienciado y establecer un mejor sistema de actuación en estos casos”.
Reblogueó esto en archimalditoy comentado:
Cuando el que sabe, habla, los demás deberíamos escuchar.